Bueno cambiamos un poco las cosas, o las recuperamos, ¿quién sabe?,
Cuando inicié este blog estaba convalensciente y era multitemático, como se encarga de enunciar el banner de entrada.
Con el paso del tiempo se centró más en la escalada. Era lo que tocaba, y ya que hacer la entradas consume su tiempo era mejor centrarse en lo que parecía más prioritario.
Durante ese tiempo echaba de menos el resto de actividades y uno de de los leit motiv lo desarrollé como texto de encabezamiento. No lo guardaba pues no era algo generado por mi, aunque fuera una mera descripción de una excursión, sin más; sino que cada texto nuevo sobrescribía al anterior.

Con el paso del tiempo he echado en falta que esos textos, copias directas de los hablado o leído en diversos media, no quedaran guardados y a disposición de quién los buscara.
Así que he decidido almacenarlos como entradas en el blog.
No hace falta avisar, creo, pero lo recalco que son mis gustos, que la emoción que despiertan dependen del momento en que me encuentre y de un visionado muy continuado, a veces, de la materia a la que hacen referencia y que "para gustos colores".

Suerte, bienvenidos al Caos (esa escalera que se sube) y que los disfrutéis.

jueves, 21 de agosto de 2014

Sol y Sombra


Lo que tenía claro para este fin de semana es que sería un día de plafón; entre las vacaciones y el puente la gente desaparece o adapta sus planes para equilibrar la escalada y las relaciones sociales. De forma que haya tiempo para todas y cada una, sin que se molesten ni se enfaden.
Por unas de las carambolas y casualidades de la vida al final no fue así y pude salir a escalar. César contactó con el grupo; el plan del sábado había fallado y buscaba a alguien que escalara el domingo y en unas determinadas condiciones. Yo disponía de todo el día así que no hubo grandes problemas.
Y no sólo salía escalar sino que visité un lugar que me había quedado a medio visitar hace unos meses atrás, y del que la única información que tengo es el acceso y de que hay vías abiertas: El Brull Torre de Guaita.
Con la idea de ir conociendo y completando el sector le propuse una día de escalada sin pretensiones y aceptó.

Salimos de BCN sobre las 11:45 h (+/-) y, tras llegar a Aiguafreda y circular por la pista hasta el parking de la Torre de Guaita, nos llegamos al pie de vía que ya eran cerca de las 13 h.
En nuestra anterior visita nos quedamos con la idea de que la sombra empezaba a llegar sobre las 12 h. Esa impresión no fue real. Nos encontramos con toda la pared bien iluminada y con el sol aún alto para un buen rato.
La sombra llega a las 15 h, como en su hermano Lolo.

César en la Vía 24

Tuvimos suerte de que había un grupo de cuatro vías, con entrada común, con el pie de vía totalmente a la sombra.
Como protegidos del sol estábamos realmente bien optamos por una estrategia un poco a lo tortuga, de escalada lenta, para dar tiempo a que la sombra se adueñara de la pared.
Eran un grupo de cuatro vías, cortitas ellas, y en lugar de hacerlas de dos en dos las hicimos de una en una, así combinamos la escalada al sol (que no se escalaba mal y los agarres no sudaban) con la neverita del espacio sombreado. Entre los dos gastamos media hora de tiempo en cada línea, y en total empleamos dos horas en hacer las cuatro vías. Al acabar el sol ya se había marchado de un grupo de vías de pinta golosa. Y acertamos, la térmica fue perfecta y fueron las mejores vías del día.
En el grupo de las cuatro vías tuvimos el buen criterio de empezar a escalar desde la más difícil a la más fácil. Era cuestión de hacerlo de izquierda a derecha o de derecha a izquierda. Optamos por la combinación de izquierda a derecha.
Si hubiéramos optado por la combinación derecha a izquierda habríamos escalado todas las vías (7) en dificultad creciente, de la primera a la última.

César en la Vía 25

Esas cuatro vías tienen características comunes:
La entrada es común;
Según como la segunda chapa también es común pero es conveniente deschaparla, excepto para la línea que sube en vertical.
Están agrupadas a pares pues comparten reunión.
Tras chapar la primera cinta se accede a una pequeña repisa. La sección más difícil se encuentra en las dos primeras chapas tras salir de esa repisa.

> Vía 24, 6a/a+ (6a peleón).
Sección de pasos tensos sobre presas pequeñas y un buen agarre que permite reposar y mirárselo bien a medio camino.
Conociéndola, para empezar no hubiera sido de lo más recomendable.

> Vía 25, 6a (normalito).
Sección con mejores agarres, alguno pequeño para darle un punto y pies más evidentes.

> Vía 26, V+.
Buen agarre, algún movimiento un poco largo y pasos atléticos.

César en la Vía 26

> Vía 27, V. Línea discretamente inclinada con agarres bastante decentes, alguno exagerado, y un pasito un poco más fino para lo que en general ofrece la línea.

Tras estas cuatro vías de trámite nos ubicamos debajo de las líneas que quedan debajo de la Torre de Guaita y que tiene una morfología atractiva y curiosa.

> Vía 23, 6a.
El problema de este trazado es básicamente superar el repecho de la entrada. No es muy complicado. El resto ofrece una escalada sobre agarres bastante buenos, a veces atlética (sobre todo para salir del segundo repecho) y otras sin mayores complicaciones.
Es conveniente usar una exprés larga en el cuarto seguro o deschaparlo una vez pasada la cuerda por la quinta cinta.

César en el inicio de la Vía 23

> Vía 22, 6a/a+ (6a peleón o 6a+ asequible).
Ésta ya dió más problemas.
Paso difícil de ver para atacar el repecho y me tengo que colgar para ver lo que hay. Pasos largos, en los que hay que apretar, sobre presas de falange positivas o que dejan trabajar bien.
Toda está ahí; una vez superado este paso el resto es bastante agradable de escalar.
A César le pasa lo mismo.
Ambos encadenamos en el segundo pegue.
Si se controla el paso es mejor chapar la siguiente cinta una vez completada la sección.
La reunión de la vía tiene dos chapas pero sólo consta de una argolla.

César atacando el repecho de la Vía 22

> Vía 21, 6b.
Esta línea fue la más completa del día, a pesar de su estado de abandono. Dos secciones difíciles. La primera para sortear el repecho, que fue la que nos tumbó en el primer pegue, y la segunda, en el tramo final de la vía, que combina una sección técnica seguida de otra atlética; en la que hay que tener un poco de morro.
Tras limpiar el repecho de hierbas damos con la secuencia ganadora para sortearlo. Una vez encontrada no resulta ser tan fiera como la pintan.
Como hubiera sido una lástima dejar esta vía sin encadenar, pues era la mejor del día, la encadeno al segundo pegue y no dejo deberes pendientes.
La línea tiene dos peros.
La tercera chapa está mal ubicada, justo en medio de la secuencia de salida del repecho. Con una cinta puesta chapas desde abajo y entras en materia sin tenerte que parar ni desgastarte.
Tras salir del repecho hay un tramo fácil y muy asumible, con su aleje correspondiente. El inconveniente que puedes tener es que la caída puede no ser limpia pues tienes un árbol debajo. Es difícil pero si caes a la altura de la chapa o chapando te puedes hacer daño.

Fue un día muy bien aprovechado, en total fueron 9 vías (aunque cuatro fueran minis) contando los dos segundos pegues para encadenar las dos vías con el paso puñetero. Acabé algo cansado pero no tan mal de la cadera como en otros días, y del pie de vía al parking es un senderito en acceso renqueantemente asumible.



En este enlace las vías de la parte izquierda, cortesía de Bloc Emprotat.

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